El Septeto Santiaguero dona parte de su patrimonio a Museo de la Música

Con sensaciones similares a las que experimenta quien se desprende de una parte de su cuerpo, el Septeto Santiaguero entregó al Museo de la Música Pablo Hernández Balaguer, una cinta magnetofónica con su primera grabación musical (realizada en 1996), además de otros valiosos objetos de su patrimonio.

La donación a la institución de Santiago de Cuba la motivó el propósito de contribuir a la mejor comprensión de la historia del quehacer artístico del Santiaguero. En ese sentido el director de los dos veces Premios Grammy Latinos, Fernando Dewar Webster, declaró a la colega de TeleTurquino Claudia Catalán: “El gesto parte de la intención de que la música que hace el Septeto Santiaguero perdure y que en un futuro se pueda saber de qué forma la hicimos”.

El donativo al único Museo de la Música que existe fuera de la capital del país, también incluyó la colección completa de los discos de la agrupación, la cual abarca 10 fonogramas grabados hasta la actualidad, más un dossier con datos relevantes de los casi 25 años de carrera artística.

“El hecho de que el Museo aceptara la iniciativa del Septeto Santiaguero para hacer esta donación es motivo de orgullo, porque constituye un privilegio que nuestra música y nuestros objetos estén al lado de obras y artículos de figuras como Sindo Garay, Eliades Ochoa, Electo Rosell «Chepín», Reinaldo Creach”, entre otros, continúo diciendo Dewar.

“Creemos que esta pueda ser una iniciativa que los demás músicos puedan seguir y enriquecer este Museo para que las nuevas generaciones tengan un sitio a donde ir para conocer la música y conocer a los músicos que han trascendido en esta ciudad”.

Tratándose de un acontecimiento en el que el amplio ganador fue el patrimonio musical cubano los acordes y las melodías en vivo fueron protagonistas. La ceremonia de donación comenzó con un tributo del Septeto Santiaguero al gran Benny Moré, a pocas horas de cumplirse el centenario de su natalicio, interpretando “Que te hace pensar”, bolero que El Bárbaro del Ritmo colocó en la cúspide del panorama musical.

Otro momento emotivo fue la reciprocidad manifiesta de los trabajadores de la institución museográfica con el Septeto, cuando pusieron en manos de Fernando una réplica de la partitura manuscrita por Miguel Matamoros del ícono mundial de la canción “Lágrimas Negras”.

“El hecho de que exista un Museo de la Música en Santiago –siguió comentando Dewar- es algo que se lo ha ganado la región oriental con todo el patrimonio cultural que tiene. Creo que es el inicio de una etapa importante porque el Museo es muy joven y en la medida en que los músicos vayan aportando sus objetos y su música, tendremos un museo mucho más interesante y rico para todos los visitantes”, concluyó.

A partir de ese momento nada detendría el repertorio desplegado por la laureada agrupación, alcanzando su punto más álgido con hits como La Meneadera y La Guarapachanga, ritmos que hicieron bailar al público presente, entre el que se encontraba las principales autoridades de la ámbito cultural en Santiago de Cuba y una de las viceministras de la esfera en el país, Ileana Flores Izquierdo.

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